Hay espacios que conjugar...
Somos antesala de nuestros deseos,
de nuestras predicciones más lastimeras y fúnebres,
antes de cualquier intento
ciertos hostales nos aguardaron,
nos convidaron al roce,
a unos labios hambrientos de pecado juvenil,
canal indeterminado,
prefacio de oquedades mejores.
Pero eras lengua y verbo…
Accésit de trapecista sobre mi incertidumbre.
Eras alimento sano y fresco,
estímulo imbatible,
hilaridad de mis sentidos bajos.
En estas ganas contenidas…
Ya poco importa el decoro,
poco importa ya la arrogancia venida a menos…
importa tu plica, tu escondite a mi alcance,
tus ganas y mis ganas si aún pueden encontrarse.